El presidente de Ecuador, Rafael Correa, manifestó su repudio a dos conductas hacia Estados Unidos de su país antes de su gobierno, al señalar que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Washington irá "al tacho (tanque) de basura" y que no renovará el tratado que permite la presencia de bases militares norteamericanas en territorio ecuatoriano.
Tras regresar a Quito después de una gira que lo llevó a Italia y a España, Correa respondió a empresarios nacionales que quieren más relaciones comerciales con el mercado estadounidense mediante el TLC que "no dará paso al pedido" de establecerlo.
"Los empresarios pueden hablar lo que ellos quieran, pero nosotros hemos sido bastante claros", afirmó, citando palabras suyas durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia y cuando prometió "botar a la basura" al TLC. Consideró ese tratado "más hundido que el Titánic".
Sobre peticiones del sector empresarial que buscan que la base "se quede", el presidente de Ecuador dijo que "no tengo ningún problema en reunirme con ellos, pero eso -la terminación del convenio de la base de Manta- no es negociable". Agregó que tampoco aceptará un plebiscito sobre el asunto. "Ahí hay un error, una base extranjera en suelo patrio no es una cuestión que compete al cantón Manta ni a la provincia de Manabí, constitucionalmente le compete al país, por eso, ese tipo de tratados tienen que ser aprobados por el Congreso y ratificados por el presidente de la República", consideró.
Reiteró en el contexto que cuando venza el acuerdo sobre la base en 2009 este no será renovado. Calificó el tratado como "tan perjudicial para el país como fue el de la base de Manta, se terminará el acuerdo y tendrán que retirarse los militares extranjeros".
Fonte: World Data Service