lunes

Liberemos a poeta peruana de la prisión !

Amigos,
Esto es una urgencia: En nosotros está la responsabilidad de traer a Melisa desde su luz interior, hacia la luz.
Los invito a firmar con la premura del caso, por la libertad de la poeta peruana de 20 años, inocente de toda inocencia, puesta en prisión sin causa alguna.
Ella es Melissa Patiño
Me refiero a la carta que verán al pie, dirigida al presidente del Perú, Alan García.
Se acusa a Melissa de "terrorista", y ella ni siquiera milita –lo cual no sería censurable- en ningún partido político.
Ella es poeta y la poesía es peligrosa, en tiempos donde se habla horriblemente del "terrorismo preventivo".
Es parte de un programa de radio. Es joven, tiene su corazón poblado de amor hacia la humanidad. Y por la paz.
Pueden ver más información en:
http://sutesector17.blogspot.com:80/2008/04/presa-de-deseperacin.html
(Melissa escribe desde la cárcel), y:
http://zonadenoticias.blogspot.com:80/2008/04/hacia-el-estado-policial-titula-csar.html
http://wayrabloggs.blogspot.com/2008/04/alfredo-pita-exige-libertad-de-melissa.html
http://rodolfoybarra.blogspot.com/2008/04/evento-cultural-por-la-liberacin-de.html

Por favor dirigir adhesiones a:
castello.cristina@gmail.com con copia a Tulio Mora,
Presidente del P.E.N. Club del Perú:
tuliomora2000@yahoo.es
A quienes puedan reenviar, les agradeceremos.
Por favor, indicar solamente:
- Nombre y apellido / - Actividad / -Ciudad, país /Documento de identidad (quien lo desee).
Al pie verán también la mayoría de las firmas recibidas, pero falta agregar otras.

Gracias a quienes escuchen el llamado de la vida, de la justicia, de la libertad,

Cristina Castello (leer al pie por favor)Poeta y periodista
http://www.cristinacastello.com
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2.- La carta a firmar

Lima, Perú, 2 abril del 2008
Señor Doctor
ALAN GARCÍA PÉREZ,
Presidente Constitucional de la República del Perú
Presente

Asunto: Se pide la inmediata libertad de Melissa Patiño Hinostroza, detenida injustamente en el penal de Santa Mónica.

De nuestra mayor consideración,
Señor Presidente:
Es muy probable que, debido a sus múltiples labores y preocupaciones como gobernante, el asunto que motiva la presente carta no haya llegado a ser de su conocimiento, hasta ahora, y, quizás por ello también, no comporte mayor importancia o significación.
Para nosotros, señor Presidente, es de suprema urgencia. Por ello es que, con todo respeto, nos permitimos dirigirnos a usted.
Una joven de apenas veinte años de edad, estudiante de administración de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, integrante de un grupo cultural que, entre otras actividades, organiza recitales en el cono sur de Lima, y, para colmo de "males", poeta; fue hace algunas semanas detenida y, hoy, se halla internada en un penal de máxima seguridad (el Santa Mónica de Chorrillos), no como si se tratara de una delincuente común, que no lo es, sino bajo la infame sospecha de algo que también es completamente ajeno a ella: de ¡"terrorista"! Su "pecado": haber asistido a una actividad pública y legítima realizada en el vecino país del Ecuador. Sólo en representación de su círculo cultural, reemplazando -a última hora- al director del programa radial que transmiten en su barrio. Su delito: haber regresado en un vehículo de transporte público, en el que también viajaban personas a las que la policía "atribuye vínculos con algún grupo subversivo". La situación de la poeta Melissa es kafkiana, es decir absurda, insólita, injusta, irónica.
No sólo nos preocupa este hecho, señor Presidente, más aún, nos repugna.
Melissa Patiño Hinostroza (así se llama la estudiante, casi adolescente aún, podría ser una de sus hijas), vamos a decirlo con claridad: no está metida en algo que pudiera generar zozobra y, muchísimo menos, peligro para el Estado. Este es su non sancta y reprobable prontuario: estudia, escribe, fomenta cultura y sueña. Nada más. ¿Es peligroso todo esto, estimado señor Presidente?
No creemos razonable ni mucho menos admisible que en un país democrático y civilizado el ejercicio de lo que parecería persecución movida por una suerte de paranoia, adquiera carta de ciudadanía y legitimidad.
Esto que está sucediendo con Melissa nos hiere a nosotros como poetas, artistas, intelectuales, profesionales, seres pensantes y críticos. Nos golpea como peruanos, como personas. Sentimos y estamos seguros que es un atentado flagrante contra los derechos humanos. Pero, además, somos conscientes que lastima la dignidad de los creadores, de los que piensan, de los que sueñan, de los que anhelan un mundo mejor para todos.
Por ello, señor Presidente, nos atrevemos aquí a expresar nuestra absoluta solidaridad con la joven poeta, estudiante y promotora cultural Melissa Patiño Hinostroza, injustamente encerrada en una prisión de nuestro país. No sólo por el derecho que puedan otorgarnos las leyes, lo hacemos por la facultad y el albedrío que el sentido común y la inteligencia nos prodigan.
Hay que darle a nuestra patria, señor Presidente -se lo invocamos respetuosamente- una razón más para pensar que aún hay esperanzas; que pueden cometerse errores, pero que a tiempo se pueden aplicar las enmiendas; que la razón, que el buen juicio rige el ejercicio del poder y no las emociones. Convenzámonos, señor presidente, que la libertad es sagrada y que la juventud –de Melissa Patiño y de todos- nos inspira sentimientos buenos y no perversidad. Que este, que es el mes de las Letras, también lo sea de la inteligencia, la belleza y la libertad.
Le solicitamos, poner atención a este caso, que no es minúsculo ni intrascendente. Y, por favor, indique a quien corresponda, que las autoridades y funcionarios que tengan que ver con el tema de su libertad, pronto evalúen con ponderación, lucidez, justicia y celeridad, la situación de la poeta citada. Y, que sin pérdida de tiempo, se ordene su excarcelación, que se la libere, porque es su derecho y no merece esta traumática afrenta.
El más grave delito es haberle quitado la libertad a Melissa Patiño Hinostroza, joven poeta peruana, ciudadana de nuestra patria.

Amorosa llavera de innumerables llaves,
si estuvieras aquí, si vieras hasta
qué hora son cuatro estas paredes.
Con ellas seríamos contigo, los dos,
más dos que nunca. Y ni lloraras,
¡di, libertadora! (César Vallejo)

Se le agradece la atención.
Confiamos en su buen criterio.
Muy atentamente,
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Acompañan cientos de firmas que por espacio no incluimos, pero esperamos la tuya,
un abrazo fraternal.